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Celebrar un año (con gratitud)



Celebrar el primer año de nuestro bebé nos llena de emoción y nos permite reconocer un tiempo de cambios y transformaciones profundas en nuestras vidas y en nuestra pequeña o pequeño…


Enfocarnos en apreciar con gratitud cada día que vivimos como madres, cada paso en el crecimiento de nuestro bebé, cada parte de nosotras mismas que descubrimos a lo largo de este primer año de esta nueva vida, nos ayudará a llenarnos de energía y celebrar la vida con confianza y plenitud.


Siéntate en una posición confortable… Observa tu respiración y permite que se vaya calmando, dejando que cada inhalación y cada exhalación sea más relajada y profunda…


Cierra tus ojos si lo deseas… Reconoce los sonidos que te rodean… Los que están cerca… Los que vienen de lejos…


Si tu mente se aleja en pensamientos, no te preocupes… Nuestra mente está diseñada para pensar… Sólo vuelve a tu respiración y reconoce ahora tu cuerpo… Este momento es importante para ti, permítelo con gratitud y siente cómo te expandes con cada inhalación… Siente cómo te relajas con cada exhalación…


Llénate de aire y con él, de la abundante energía que te rodea… Lleva esa energía a cada parte de tu cuerpo… A tus pies… Cada de dedo… La planta de tus pies conecta con el suelo y siente cómo puedes confiarle tu peso…


Con cada exhalación relájate un poco más… Lleva la energía a tus piernas… Tus rodillas y muslos… A tus caderas… Cada inhalación y cada exhalación se hacen más profundas… Siente cómo tu cintura y tu abdomen se llenan de energía y busca soltar las tensiones que puedas sostener en tu espalda… tu pecho…


Expansión y relajación en tu cuello… tu rostro… tus mandíbulas… tu lengua… pómulos… ojos… y frente… tu cuero cabelludo… Todo tu cuerpo de las plantas de tus pies hasta tu cabeza se encuentra inundado y envuelto por una energía que te nutre y relaja… te llena de confianza y gratitud por la abundancia… por este tiempo… por este año de amor… de transformaciones… de aprendizaje… de risas… de llantos… de descubrimientos maravillosos sobre ti misma y la vida…


Lleva tu atención a tu corazón… Si quieres, lleva tus manos hasta ahí… Siente cada latido en cada respiración… ¿Puedes sentir gratitud por cada latido… cada emoción… por tu sensibilidad amorosa… por el amor que guardas en tu corazón por tu bebé? Inhala y exhala gratitud a tu corazón


Reconoce tus ojos… Capaces de observar la belleza del mundo que te rodea… Te permitieron ver por primera vez a tu bebé cuando salió de tu vientre… Pudiste mirarlo a los ojos… Reconocer su pequeño cuerpo… Sus manos enlazando tus dedos… encontrando protección en tus brazos… Tus ojos reconocen cada cambio en tu bebé… vieron cómo su cuerpo fue tomando fuerzas para sentarse, para gatear y empezar a explorar en mundo… Vieron su primer dientecito emerger en su pequeña boca. Lo vieron descubrir los sabores… los colores… las formas… Tus ojos lo observan crecer con amor y con confianza… Inhala y exhala gratitud a tus ojos


Lleva tu atención ahora a tus oídos… Capaces de registrar los sonidos del mundo que te rodea… Te permitieron escuchar su primer llanto al nacer… los pequeños sonidos de tu bebé alimentándose de leche nutritiva… Su primera risa… Su voz en los primeros balbuceos intentando decirte mamá… Su chapotear en el agua del baño… Su respiración profunda al dormir tras haberse nutrido y saciado… Inhala y exhala gratitud a tus oídos.


Reconoce tu boca ahora… Capaz de dar palabras de amor y guiar al mundo que te rodea… Te permitieron dar cada beso desde el primer momento en que tuviste a tu bebé en tus brazos… Cada sonrisa que hace que tu bebé se sienta seguro y aceptado… Cada palabra amorosa para decirle cuánto lo amas y para guiarlo en sus pequeñas exploraciones del mundo… Inhala y exhala gratitud a tu boca.


Observa tus manos y brazos ahora… Capaces de hacer y sostener el mundo que te rodea… Te permitieron recibir a tu bebé cuando nació… a sostenerlo… llevarlo a tu pecho desde el primer día… Te permitieron darle la primera de infinitas caricias… a sentir su piel suave y tibia… a reconocer la forma y el tamaño de su cuerpo… A limpiarlo… arroparlo… protegerlo del frio… Te permitieron envolver su cabecita para sostenerla cada vez que lo tenías en brazos… a sentir cómo su cuerpo fue creciendo con abundancia y amor… Inhala y exhala gratitud a tus manos y brazos.


Lleva la atención a tus piernas y a tus pies… Capaces de llevarte a dónde necesitas en el mundo… Te permitieron llegar a tu bebé cada vez que te necesitó… Te permitieron hacer el primer de tantos paseos con tu bebé por las calles… Te permitieron bailar dulcemente tratando de calmar a tu bebé cuando tuvo su primer dolor… Inhala y exhala gratitud a tus piernas y tus pies…


Inhala y exhala gratitud a todo tu cuerpo, a todo tu ser…

Celebra este año primer de maternar… Celebra la vida… La vida de tu bebé… Tu propia vida… Con confianza… con entrega… con profunda gratitud…



Namaste


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