Bienvenida a esta meditación guiada…
Desde el embarazo recibimos consejos, tanto aquellos que pedimos como los que no. Muchos pueden ser muy útiles pero a veces desearíamos que tan sólo hagan un poco de silencio.
Una frase muy ambivalente es: Esto también va a pasar… Cuando estamos en medio del agotamiento, los nervios a punto del colapso y el mundo entero que nos sobrepasa, es difícil conectar con la confianza que nos quiere transmitir: Esto también va a pasar…
Una propuesta para despejar las expectativas es asumir que cada etapa de la maternidad tiene sus desafíos. Las dificultades simplemente cambian... Cada etapa tendrá momentos maravillosos que no aliviarán por completo nuestro cansancio o preocupaciones, pero nos ayudarán a apreciar cada día tal y como es, sin presiones o pretensiones de una maternidad perfecta y maravillosa el 100% del tiempo.
Ni bueno ni malo… Solo es como tiene que ser… Nuestro cansancio y nuestras ojeras también significan que pudimos pasarnos la noche dando la atención y el cuidado que nuestro bebé necesita… Una habitación llena de juguetes desparramados por las cuatro esquinas, también es signo de que nuestros hijos juegan, exploran con su imaginación el mundo y desarrollan sus intereses… Una cocina desbordada de platos y ollas por lavar, significa también que podemos nutrirnos y nutrir a nuestra familia…
Cada día bueno, cada día malo, nos hace más conscientes de nuestras capacidades, de cómo nos adaptamos a los cambios y cómo vamos creciendo con nuestros hijos a cada etapa. Sólo nos queda apreciar todo esto y es posible hacerlo al menos por unos segundos de claridad en medio de nuestro caos cotidiano, nuestras frustraciones, miedos y cansancio…
Encuentra una posición confortable… y respira sin modificar tu respiración…
Conecta con las sensaciones en tu cuerpo que te trae cada inhalación… cada exhalación…
Inhala…
Exhala…
Reconoce las sensaciones del espacio que te rodea… Los sonidos… La luz… La temperatura que te envuelve…
Y sigue inhalando…. Sigue exhalando…
Acepta los pensamientos que vienen a tu mente… y vuelve amorosamente a poner el foco en tu respiración…
Reconoce tu ritmo… tu energía… Inhala… exhala…
Acepta las emociones que viven en ti ahora… Reconoce que son transitorias, impermanentes….
Con paciencia… con confianza… en ti misma… en tu maternidad… en tu capacidad para regenerarte… para cuidarte… para adaptarte a cada etapa… cada día… cada instante….
Siente tu respiración expandir tu vientre… sostén el aire por un instante y suéltalo suavemente….
Repite algunas veces esta respiración a tu ritmo… Inhala… Pausa… Exhala…
Habita este momento presente con toda tu plenitud… Y suelta aquello que no te permite estar en paz…
Con cada exhalación suelta un pensamiento que te produce sufrimiento…
Inhala… amor por ti misma…
Exhala… expectativas…
Inhala… paciencia
Exhala enojos y frustraciones…
Inhala confianza…
Exhala el caos y agotamiento…
Inhala presencia…
Exhala el deseo de controlarlo todo…
Esto también va a pasar nos invita a apreciar esos momentos sublimes, en los que percibimos cómo va creciendo nuestra hija, nuestro hijo… Desde el primer día en que la sostenemos en nuestros brazos… Desde que sonríe por primera vez… Da sus primeros pasos, sus primeras palabras… Los vemos jugar inventando mundos… Su primer día en la escuela… Su primer amor…
Todo esto también está pasando y podemos estar presentes para apreciar esos momentos…
Podemos dejar de lado por unos minutos las expectativas, los teléfonos, las obligaciones y demandas del mundo que nos rodea, para estar presentes cuando alimentamos a nuestro bebé, cuando llega la hora de dormir y queremos contarle un cuento… cuando nos piden atención de la manera más irritante posible… porque en el fondo sólo es eso: nos necesitan presentes, así sea por unos instantes preciosos…
Esto también va a pasar… porque somos capaces de estar presentes, de reconocer que cada día malo y cada día bueno son impermanentes… y podemos apreciar nuestra maternidad tal y como es…
Inhala presencia…
Exhala gratitud…
Inhala confianza…
Exhala gratitud…
Inhala amor profundo…
Exhala gratitud…
Namaste
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