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Deseo (de conectar contigo misma, tu cuerpo y tu libido)





Diste a luz y estás completamente entregada a cuidar de tu bebé.


Tras tantos cambios físicos, emocionales, de horarios y de rutina, estarás recuperando tu energía, tu cuerpo, tus ganas…


Estarás aprendiendo a darte tiempo…

a tenerte paciencia…

a ser también una prioridad en tu vida.


Las hormonas que produce ahora tu cuerpo te llevan a estar completamente entregada a dar cuidado, seguridad, alimento y protección a tu bebé. Pocas cosas fuera de esta conexión pueden importarte ahora.


Tal vez la rutina de la casa, de la familia, los quehaceres, el trabajo, los compromisos económicos, toman una parte de tu tiempo y el cansancio no deja lugar a que conectes contigo misma y con tu deseo femenino.


Tal vez necesites conexión con tu pareja…

Cuidado

Cariño…

Contacto físico y contención emocional… que te hagan sentir segura… aceptada… reconocida…apreciada… amada…


Puede que sientas que tu deseo y el de tu pareja no se encuentran alineados ahora…

Necesitan algo distinto el uno del otro…

Necesitas poder contar con él, con ella.

Te gustaría conectar con él, con ella.

Sabes que el placer sexual no es una prioridad ahora para ti, pero quisieras sentirte físicamente conectada a tu femineidad y a tu pareja.

Puedes reconocer y comunicar lo que necesitas. Sabes que tu cuerpo está cansado, demandado y necesita recuperarse día a día. Quieres escucharte, respetar tus tiempos, tus ganas, tu deseo.


Puedes poner en palabras lo que sientes y ser completamente honesta contigo misma y con tu pareja.

Puedes confiar en que poco a poco el deseo sensual, de conexión y de placer sexual se irán despertando en ti y que podrá ser un camino a transitar con consciencia y acompañada.


Tu pareja podrá acompañarte con comprensión, con aceptación, con contención, cariño y presencia. Podrán buscar juntos las formas en que el contacto de los cuerpos genere bienestar, cercanía, conexión.

Podrán resignificar el abrazo, la mirada, los besos, las caricias, en esos momentos muchas veces breves en los que logren sentirse entregados a esta conexión sin distracciones o demandas de la vida familiar o laboral.


Puede no ser fácil encontrar el tiempo o las ganas. Pero pueden hacerlo con consciencia y reconocimiento de la necesidad de cada uno... Con paciencia… Con respeto… Con comunicación franca y abierta predispuesta a la comprensión y la aceptación del momento que vivimos como mujer, como hombre, como madres, como padres, como seres atravesados por los cambios de la nueva vida.


Lejos de los mandatos que la sociedad nos ha propuesto sobre la sexualidad en el puerperio: escucha tu cuerpo, conecta con él siempre que puedas… sin presión, sin expectativas y establece en la comunicación con tu pareja un puente de comprensión y la búsqueda de construir juntos una intimidad cuidada, amorosa y profunda.


Una forma de reconectar con tu deseo y tu libido es empezando por reencontrar tu cuerpo con tu mirada… con tus manos… Observando los cambios, las sensaciones, la sensibilidad que se despierta en tus zonas íntimas ante tu propia exploración con delicadeza… con tranquilidad... a tu tiempo.

Tras los cambios del embarazo y el parto, tu cuerpo puede sentir dolor, molestias o que la recuperación no es inmediata. Ten paciencia. Ten confianza.


Sentada en una posición cómoda, conecta con tu respiración…

Inhala en cuatro tiempos… Uno, dos, tres, cuatro…

Sostén el aire… Uno, dos, tres, cuatro…


Y exhala en cuatro tiempos… Cuatro, tres, dos, uno…

Repite algunos ciclos a tu ritmo…


Lleva el aire a la base de tu columna vertebral…

Deja que inunde tu pelvis, masajeando tu útero, tus ovarios, tu suelo pélvico…

Sigue respirando y llevando el aire hasta tu pelvis. Reconoce las sensaciones, reconoce tu suelo pélvico. Tras el parto se está recuperando. Le dio sostén a tu bebé en el embarazado y ahora puedes conectar con esa parte de tu cuerpo llevando el aire hasta allí, sintiendo el movimiento, las sensaciones.


Inhala y expande tu pelvis. Exhala y contrae levemente, delicadamente.

Inhala y expande….

Exhala y contrae con suavidad…


Con cuidado… Observando… Conectando…


Visualiza un cuenco de agua cristalina en tu pelvis, envolviendo tus órganos, restaurando suavemente esta parte de tu cuerpo… El agua es tibia… es calma… delicada…


Invita al agua a subir por tu columna… Vértebra por vértebra… siente cómo envuelve tu cintura…

tus costillas…

Bañando suavemente tu abdomen…

tu tórax…

tu pecho…

tu cuello…

Siente cómo protege tu garganta, tus cuerdas vocales, tu boca.


Visualiza esta columna de agua cristalina y tibia conectando tu útero con tu garganta… llevando las sensaciones que se despiertan en el cuenco de tu pelvis con las palabras que se anidan en tu garganta y te permiten expresar con franqueza y serenidad tus deseos, tus necesidades, tu afecto, tus ganas a ti misma y a los demás…


Tu respiración hace fluir el agua desde tu pelvis hasta tu garganta…


Con cada inhalación, el agua sube desde tu pelvis por tu columna…

Con cada exhalación, desciende desde tu garganta hasta ese cuenco de serenidad… de calma…

Sigue inhalando…

Sigue exhalando…



Vuelve aquí cada vez que quieras conectar con tu deseo, con la recuperación amorosa de tu

cuerpo, con la paciencia y la confianza…


Vuelve a esta meditación cuando desees expresar tus deseos, tus necesidades, tus ganas de cercanía, de cariño, de contención, de conexión…


Comunicar y conectar tiene infinitas formas posibles… Confía en que construirás junto con tu pareja aquella que les haga sentir más plenos y conectados…


Confía en tu cuerpo y escúchalo para poder reconocer y comunicar tus deseos más genuinos…


Namaste

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